Demostración de prototipos de transistores híbridos utilizando seda.

Los transistores de seda podrían conducir al desarrollo de nuevos microprocesadores que imiten redes neuronales, circuitos de autoaprendizaje y almacenamiento directo de memoria. O simplemente usarse para sensores, según TechXplore.

Los científicos del Silklab de la Universidad de Tufts han desarrollado una nueva clase de transistores que entrelazan elementos biológicos con componentes electrónicos. Utilizando fibroína de seda como aislante, estos transistores proporcionan una respuesta interactiva a estímulos biológicos y ambientales, abriendo la puerta a una variedad de aplicaciones de salud. Además, estos transistores podrían usarse en electrónica biointeractiva, aunque esto requerirá un cambio en la industria de los semiconductores, lo cual es poco probable a corto plazo, si es que se produce.

La fibroína de seda, un material orgánico, reemplaza a los aislantes inorgánicos convencionales comúnmente utilizados en componentes electrónicos. Los atributos de la fibroína de seda permiten una deposición precisa en superficies y modificaciones utilizando diversas moléculas biológicas y químicas, mejorando así su adaptabilidad e interacción con elementos biológicos y ambientales.

(Crédito de la imagen: Universidad de Tufts/Silklab)

La aplicabilidad práctica de estos transistores híbridos quedó demostrada en un prototipo de sensor respiratorio, demostrando una sensibilidad excepcional a los cambios de humedad. Esto demuestra el potencial de estos transistores en equipos de diagnóstico médico, incluidos dispositivos para detectar enfermedades cardiovasculares, enfermedades pulmonares y apnea del sueño, así como monitores de oxigenación de la sangre, niveles de glucosa, etc.

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