Tres empresas taiwanesas (Topco Scientific, UIS y L&K Engineering) han sido acusadas de ayudar a Huawei a desarrollar plantas de fabricación de obleas en China, a pesar de las sanciones estadounidenses. Topco y UIS han negado las afirmaciones de que ayudaron a Huawei, enfatizando su cumplimiento de las regulaciones internacionales y las leyes taiwanesas, según un informe de DigiTimes. L&K Engineering aún no se ha pronunciado al respecto.
Topco Scientific aclaró su posición afirmando que su relación con PengXinWei, filial de Huawei, era puramente medioambiental, en particular en lo que respecta a proyectos de tratamiento de aguas residuales. La empresa destacó que se opone a la entrega de materiales semiconductores al gigante tecnológico. Además, la compañía detalló su compromiso con un proyecto ambiental a principios de 2022, señalando que la entidad china mencionada (PengXinWei) no estaba en la lista de entidades estadounidenses en ese momento.
UIS, que se especializa en servicios de ingeniería de construcción para productores de semiconductores, ha negado rotundamente cualquier relación directa con Huawei. Señaló un contrato que su filial china tenía con SwaySure, con sede en Shenzhen, que era para un "proyecto de modificación del interior de la fábrica". La ISU ha enfatizado su cumplimiento de las regulaciones y políticas taiwanesas a lo largo de su historia operativa, distanciándose de cualquier compromiso controvertido.
A pesar de los desafíos que plantean las sanciones estadounidenses (en particular las que limitan el acceso a tecnologías de chips críticas), Huawei no se deja intimidar. El gigante tecnológico presentó recientemente sus nuevos teléfonos inteligentes Mate 60 Pro 5G con el SoC HiSilicon Kirin 9000s desarrollado internamente y producido por SMIC (supuestamente en violación de las sanciones estadounidenses). El brazo de inversión de Huawei ha financiado más de 70 entidades chinas de semiconductores, abarcando múltiples sectores, desde equipos hasta diseño de circuitos integrados.
Para obstaculizar realmente el crecimiento de Huawei en el sector de los semiconductores, algunos observadores del mercado dicen que Estados Unidos necesita una estrategia más dura e integral. Las sugerencias incluyeron suspender las exportaciones de equipos a China desde proveedores de primer nivel y supervisar las transacciones, incluidas aquellas que involucran equipos usados y posibles transacciones indirectas a través de países de Medio Oriente.
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