Mercedes F200, un coche de 10 millones de dólares que cambió el volante por un joystick
El Mercedes F200 nunca se fabricó en masa y, por lo tanto, nunca se comercializó. Sin embargo, la empresa alemana decidió despegarlo del papel y produjo unidades que, como habréis imaginado, se convirtieron en objetos de colección de lujo. Este coche fue desarrollado en 1996ya pesar de todo el tiempo que tiene a sus espaldas, sigue siendo impresionante.
Externamente, el Mercedes F200 tiene una línea decididamente futurista, sobre todo porque su nacimiento tuvo lugar hace 26 años, aunque conserva la esencia clásica de la serie Mercedes de aquella época, que se ve claramente en muchos detalles, como los faros y la parrilla. Sin embargo, cuando miramos dentro del coche, nos encontramos con “un mundo totalmente diferente”.

Lo primero que salta a la vista es el puesto de conducción, es que el volante y la palanca de cambios desaparecen por completo. En cambio, tenemos un joystick bifurcado utilizado como un sistema de control completo, y cuando digo total me refiero a que también controla la aceleración y la frenada, porque como podéis ver en la foto ni siquiera tenemos pedales. Impresionante, aunque incómodo, poco práctico y me atrevería a decir peligroso, ya que la precisión y la capacidad de respuesta que ofrece este sistema de conducción no están al nivel de lo que se obtiene con un volante tradicional.
En el salpicadero tenemos un conjunto de botones que incluyen el sistema de transmisión automática y otros elementos importantes, como los elevalunas eléctricos, las luces de emergencia y el sistema multimedia. Tampoco pasa desapercibido interfaz digitalla cámaras exteriores que eliminan por completo la necesidad de espejos y la posibilidad de usar CDs, DVDs y ver información desde nuestro teléfono. Qué puedo decir, ignorando la desastrosa idea de cambiar el volante por un joystick, está claro que el Mercedes F200 fue, en todo lo demás, un adelantado a su tiempo.
Os dejo un vídeo justo debajo de estas líneas para que podáis ver el Mercedes F200 con más detalle. Si yo fuera el orgulloso dueño de este auto Tengo bastante claro que me plantearía ponerle un volante y un juego de pedales. Sé que podría doler, pero haría que la experiencia de conducción fuera menos artificial y complicada. Para muestra tenéis el vídeo, donde se puede ver claramente esta molestia mientras se conduce el coche.
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