¿Qué problemas encontraré si instalo Linux para el uso diario?
Durante mucho tiempo, la gente vivió con la esperanza de que Linux superaría a Linux en entornos de escritorio. Sin embargo, aunque es el rey de los servidores, este sistema operativo nunca ha conseguido estar a la altura de su rival en ordenadores personales. Aunque solo ha mejorado, Linux solo está instalado en el 2,5% de las computadoras domésticas. Y es que, a pesar de intentar cada vez más ser más accesible, sigue trayendo a los usuarios muchos más problemas que los que trae macOS y, sobre todo, Windows.
El primero de los problemas que nos encontraremos al instalar un sistema Linux es elijo cual de todos elijo. Y es que existe una variedad creciente de distribuciones, casi todas iguales, que no hacen más que desintegrar la experiencia de este sistema. Siempre podemos recurrir a los más conocidos, como Ubuntu o Mint, si queremos algo sencillo, o Arch o Manjaro si queremos algo más “puro” a la vez que complicado. Pero eso no quita que existan otras distribuciones, como MakuluLinux u openEuler, que son conocidas y utilizadas únicamente por sus desarrolladores.

Otro problema que nos puede preocupar más es el hecho de que no poder usar muchos de los programas a lo que, por supuesto, ya estamos acostumbrados. No podemos usar Microsoft Office, ni podemos usar programas de Adobe como Premiere o Photoshop. Incluso en el campo de la programación, que podría ser uno de los puntos fuertes, los mejores IDE, como los de JetBrains, solo están disponibles para Windows y macOS. Es cierto que hay alternativas para todo, como LibreOffice, GIMP u OpenSHot. Pero, para ser honesto, es un deseo y no puedo. ¿Y si los instalo con Wine? Nos complicaremos aún más.
por supuesto también podemos olvidarnos de jugar. La cantidad de juegos disponibles para Linux es muy pequeña y casi ningún desarrollador importante compila para este sistema por muchas razones. Aunque Valve está trabajando en tecnologías como Proton, que hace posible jugar juegos de Linux en Windows, la experiencia aún no es la misma que en el sistema de Microsoft. Y ni hablar de los drivers, que dejan mucho que desear en cuanto a rendimiento respecto a Windows.
Cualquier cosa que desee cambiar en Linux llevará tiempo. Y siempre correremos el riesgo de que algo deje de funcionar por el motivo que sea. ¿Una adicción? ¿Una configuración incompatible? Si tenemos la intención de usar Linux, no solo debemos tener un cierto nivel de conocimiento, sino también el deseo de tomarnos el tiempo para corregir cualquier problema.
Entonces, ¿qué me puede importar Linux?
Pero no todo son problemas, aunque lo parezca. Y es que Linux también tiene algunas ventajas que pueden hacerlo atractivo en determinados escenarios. Por ejemplo, podemos encontrar distribuciones que consumen muy pocos recursos, lo que los hace ideales para ordenadores menos potentes. También podemos encontrar versiones para ordenador de 32 bits, algo que ya no se encuentra cuando miramos dentro de Windows 11.
Otro uso interesante de los sistemas Linux es desarrollo y programacion. Y es que estos sistemas suelen dar menos problemas a la hora de compilar que los que suelen darse en Windows. Por supuesto, desde la llegada de WSL a Windows 10 y Windows 11, este aspecto positivo ha perdido su atractivo único.
Además, no podemos olvidar la telemetría O mejor dicho, podemos olvidarnos de ello. Y es que, si somos paranoicos con la privacidad, Linux es un sistema mucho más privado y anónimo que Windows y no recopila información de todo lo que hacemos con el sistema operativo.
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